Alimentos funcionales, fortificados, transgénicos y su relación con las heridas

alimentos

 

Las investigaciones realizadas en las últimas décadas han provocado un cambio en el concepto de alimento como fuente de nutrientes a otro más completo donde los alimentos pueden prevenir o curar diferentes problemas de salud.

A partir de esta nueva concepción aparecen diferentes tipos de alimentos. En ocasiones, leemos noticias, post o blog donde se hace mención a los alimentos funcionales o “super-alimentos”, alimentos fortificados y alimentos transgénicos, con connotaciones positivas o negativas.

 

¿Pero, realmente sabemos que son estos alimentos y su uso?

Los alimentos funcionales son aquellos que han demostrado poseer un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales, mejorando la salud, el bienestar y/o reduciendo el riesgo de enfermar. En este grupo se encuentran los probióticos (leches fermentadas, yogures, kéfir), prebióticos (fibra vegetal), simbióticos (prebióticos + probióticos), nutrientes (vitaminas antioxidantes: frutas y vegetales: ácidos grasos omega-3 pescados azules, …) y no nutrientes (fitoesteroles: soja; flavonoides: té, frutas y vegetales, …)

alimentos funcionales

 

Los alimentos fortificados, son aquellos a los que se les ha añadido algún nutriente durante su procesado, por ejemplo: sal yodada, leche con vitamina A y C, …

vitaminas

 

Los alimentos transgénicos o modificados genéticamente son aquellos a los que se le ha incorporado material genético para cubrir necesidades específicas (leguminosas con contenido mejorado de algún aminoácido o cereales con un mayor valor biológico de sus proteínas)

Alimentos transgenicos

 

¿Pero, son sanos o perjudiciales para la salud?

En post anteriores hemos visto como algunos nutrientes o no nutrientes pueden mejorar el estado de salud de la población, recomendando la ingesta de los mismos, por lo que los alimentos funcionales, fortificados y transgénicos que tienen en su composición estos nutrientes o no nutrientes influyen de manera positiva en la prevención y tratamiento de algunas enfermedades o alteraciones de nuestro organismo.

Existen otros alimentos transgénicos como las patatas Innate® que resiste el ataque del virus PBSRV y tiene un menor contenido en asparagina, lo que da lugar, al freírla, a una menor producción del compuesto cancerígeno Acrilamida.

 

¿Qué relación tiene con las heridas o cicatrización?

Como se ha mencionado en post anteriores, dentro de los alimentos funcionales, los probióticos, los alimentos ricos en nutrientes como: ácidos graspos omega-3, fosfatos, vitaminas C y E; y no nutrientes como: polifenoles, flavonoides, carotenoides, …. mejoran la cicatrización de las heridas. Se están realizando investigaciones que demuestran que la grosella negra y la granada juegan un papel importante en la cicatrización de las heridas.

Los alimentos fortificados con algunos de estos compuestos influyen de manera positiva en el proceso de cicatrización de heridas. Por ejemplo, la harina de trigo a la que se le añade vitamina A, tiamina, riboflavina, niacina, B6, B12 y D y los minerales calcio y zinc (en 85 países es obligatoria). En 16 países es obligatorio añadir vitamina A, tiamina, riboflavina, niacina, B6, B12 y ácido fólico y los minerales calcio y zinc, a la harina de maíz. En 6 países se fortifica el arroz con niacina, B6, ácido fólico, B12, E y los minerales hierro, selenio y zinc.

Alimentos transgénicos como aceite de girasol con un alto contenido en oleico o aceites con un alto contenido en alfa-tocoferol o el arroz dorado al que se enriquece con B-caroteno, precursor de la vitamina A, mejoran la cicatrización de heridas.

 

Conclusiones

Los alimentos funcionales, fortificados y transgénicos deben formar parte del abordaje nutricional en el manejo terapéutico de heridas. El conocimiento de este tipo de alimentos puede ayudar a los profesionales sanitarios, a pacientes y familiares/cuidadores a incluir estos alimentos dentro de la dieta habitual. Especial mención a los alimentos transgénicos, que han sido “rechazados” durante mucho tiempo, pero han jugado un papel importante en el manejo de déficits nutricionales de algunas poblaciones.

 

 

Bibliografía:

Gil Hernández A, Ramón Vidal D. Alimentos transgénicos. En: Gil Hernández A, ed. Tratado de Nutrición. Composición y calidad nutritiva de los alimentos. 3rd. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2017: 549-583.

Nova Rebato E, Ramos Mosquera E, Marcos Sánchez. Alimentos funcionales. En: Gil Hernández A, ed. Tratado de Nutrición. Composición y calidad nutritiva de los alimentos. 3rd. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2017: 475-495.

Pachón H, FloresÁyala R. Alimentos fortificados. En: Gil Hernández A, ed. Tratado de Nutrición. Composición y calidad nutritiva de los alimentos. 3rd. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2017: 521-531.

Piazza S, Fumagalli M, Khalilpour S, et al. A Review of the Potential Benefits of Plants Producing Berries in Skin Disorders. Antioxidants (Basel). 2020; 9 (6): 542. doi:10.3390/antiox9060542.

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