Cambios posturales y su impacto en la prevención de lesiones por presión

cambios posturales

Hace ya 45 años que dos investigadores acuñaron el concepto de “presión-tiempo” en la etiología y producción de las lesiones por presión (LPP)1.

Reswick y Rogers en 1976 modelizaron en “The Reswick and Rogers curve” demostrando una relación inversa entre la magnitud de la presión que lleva a estas lesiones y la duración de esta. Tanto una alta presión durante un corto período y una baja presión aplicada durante un período prolongado puede conducir a un daño tisular y una LPP1.

Reswick y Rogers propusieron unas “pautas de tolerancia de los tejidos” con una presión permisible en contraste con el tiempo de aplicación sobre el tejido bajo prominencias óseas. Presentaron sus datos en forma de gráfica en la que se mostraba la relación inversa entre la presión y la duración para prevenir las LPP1. (figura 1.)

Figura 1. Curva de Reswick & Rogers

En el año 2009, la EPUAP junto a la NPUAP desarrollaron la Guía de Práctica Clínica titulada “Prevención y tratamiento de las úlceras por presión: Guía de práctica clínica”, traducida por el GNEAUPP en su versión de “Guía de referencia rápida”. Todas ellas fijan como pilares más importantes para la prevención y el tratamiento, las medidas que se engloban en los siguientes grupos de acciones-intervenciones, siendo preciso individualizar en función de las características del individuo y del entorno:

Manejo de la presión en prevención de las úlceras por presión

Los cambios posturales permiten reducir la duración y la magnitud de la presión sobre las zonas vulnerables del cuerpo.

Presiones elevadas sobre prominencias óseas durante un corto período de tiempo, y bajas presiones sobre prominencias óseas durante un largo período de tiempo resultan igualmente dañinas. Para reducir el riesgo del individuo de desarrollar UPP, es importante reducir el tiempo y la cantidad de presión a los que está expuesto, por tanto, es muy importante realizar cambios posturales.

Las recomendaciones de la Guía de la NPUA-EPAUP-PPPI 2 abordan el papel de reposicionamiento y la movilización temprana, tanto en la prevención y tratamiento de UPP desde un marco conjunto de medidas preventivas, destacando los diferentes aspectos a tener en cuenta:

  • Reposicionamiento general para todos los individuos
  • Frecuencia de reposicionamiento
  • Técnicas de reposicionamiento
  • Reposicionamiento en cama y sentado
  • Recomendaciones adicionales para personas con úlceras por presión existentes
  • Reposicionamiento de la persona con úlceras por presión existentes en una silla
  • Dispositivos de posicionamiento
  • Movilización

La Guía antes mencionada destaca medidas de prevención generales basadas, mayoritariamente, en consenso de expertos.

  • El cambio de postura del paciente como estrategia de prevención debe tener en cuenta el estado del paciente y la superficie de apoyo que se esté utilizando.
  • La frecuencia de cambios posturales dependerá del individuo y de la superficie de apoyo que se esté utilizando y vendrá determinada por la tolerancia del tejido del individuo, su grado de actividad y movilidad, su estado de salud general, los objetivos globales del tratamiento y una evaluación del estado de la piel del individuo.
  • Al evaluar la piel del individuo y su comodidad general, si el individuo no está respondiendo como se esperaba al régimen de cambios posturales, hay que reconsiderar la frecuencia y el método empleados.
  • Debería cambiarse la postura a un individuo con una frecuencia mayor sobre un colchón que no redistribuya la presión que sobre los colchones de espuma viscoelástica.
  • La frecuencia de cambios posturales depende de las características de redistribución de la presión de la superficie de apoyo.

Actualmente, en una población cada vez más creciente de personas en el domicilio con dependencia severa o total, institucionalizados o en unidades de cuidados intensivos, los cambios posturales son tan necesarios como insuficientes, estando condicionada su efectividad, entre otros aspectos, por:

  1. La dificultad para su realización periódica.
  2. La utilización de posiciones posiblemente iatrogénicas.
  3. Su realización de manera inadecuada, propiciando la aparición de lesiones por roce-fricción o cizalla.
  4. La imposibilidad de efectuarlos en muchos pacientes, por patologías que dificultan o imposibilitan su realización (entre otras: cirugía cardiaca, inestabilidad hemodinámica, obesidad mórbida, compromiso respiratorio que ocasiona un descenso en la saturación de oxígeno durante los cambios posturales, politraumatismos o intervenciones neuroquirúrgicas).

La frecuencia de los cambios posturales es una pregunta repetitiva a lo largo de los años en cualquier congreso o curso sobre LPP, pero actualmente hay que determinar la frecuencia de cambios posturales para cada persona teniendo en cuenta: La tolerancia de la piel y de los tejidos, el estado de salud general, los objetivos generales del tratamiento, la comodidad y el dolor.

Hoy tenemos pautas sobre los cambios posturales y la prevención de LPP, cuya evidencia está clara y meridiana, aunque nos rodean elementos y barreras para su cumplimentación en la práctica diaria.

Como resumen y recomendaciones se podría concluir en:

  • Valore al individuo y su situación, para tener en cuenta la tolerancia del tejido del individuo, su grado de actividad y movilidad, su estado de salud general, los objetivos globales del tratamiento, la evaluación del estado de la piel de la persona y de su comodidad general.
  • Si el individuo no está respondiendo como se esperaba al régimen de cambios posturales, hay que reconsiderar la frecuencia y el método empleado.
  • La superficie de apoyo que se esté utilizando. La frecuencia de cambios debe ser mayor en pacientes que están en un colchón convencional, que en aquellos que están sobre una SEMP que redistribuya la presión (estáticos, por ejemplo, de espuma viscoelástica) o de alivio de la presión (superficies de presión alternante).
  • Descubra las barreras e impedimentos para la realización de los cambios posturales como la falta de personal, la escasa formación de cuidadores y profesionales, la falta de medios materiales y el cumplimiento de los protocolos.

Para más información y lectura no dudes en ver la bibliografía.

Bibliografía

1. Reswick JB, Rogers JE. (1976) Experiences at Rancho Los Amigos Hospital with devices and techniques to prevent pressure sores. In: Bed Sore Biomechanics edited by RM Kenedi, JM Cowden, JT Scales. Basingstoke: Macmillan, pp. 301-10.

2. National Pressure Ulcer Advisory Panel, European Pressure Ulcer Advisory Panel and Pan Pacific Pressure Injury Alliance. Prevention and Treatment of Pressure Ulcers: Clinical Practice Guideline. Emily Haesler (Ed.). Cambridge Media: Perth, Australia; 2014. 

https://gneaupp.info/prevencion-y-tratamiento-de-las-ulceras-por-presion-guia-de-consulta-rapida-epuap-npuap-ppia/

3. Haesler E (Ed.). European Pressure Ulcer Advisory Panel, National Pressure Injury Advisory Panel and Pan Pacific Pressure Injury Alliance. Prevención y tratamiento de las lesiones / úlceras por presión. Guía de consulta rápida (edición en español). EPUAP/NPIAP/PPPIA, 2019. 

https://gneaupp.info/prevencion-y-tratamiento-de-las-ulceras-lesiones-por-presion-guia-de-consulta-rapida-2019/

4. López Casanova P. Prevención de las úlceras por presión. ¿Cuánto se puede atribuir a los cambios posturales? Tesis doctoral Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva, Salud Pública e Historia de la Ciencia. Facultad de Ciencias de la Salud,2016. 

http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/57510

5. García-Fernández, FP; Soldevilla-Ágreda, JJ; Pancorbo-Hidalgo, PL; Verdú Soriano, J; López-Casanova, P; Rodríguez-Palma, M. Prevención de las úlceras por presión. Serie Documentos Técnicos GNEAUPP nº I. Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas. Logroño. 2014. 

https://gneaupp.info/documento-prevencion-de-las-ulceras-por-presion/

1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (6 votos, promedio: 3,50 de 5)
Cargando...